Dieta en tiempos de Covid

Nuestra alimentación es uno de los aspectos más importantes de la vida, sobre todo cuando nos encontramos en medio de una pandemia. Libera Tu Salud te muestra qué aspectos de tu dieta cuidar, para que estar saludable sea cada vez más fácil.

Tener un sistema inmune óptimo es una de las claves para ayudarnos a prevenir el virus, pero éste sistema se puede ver afectado por aspectos que van más allá de la alimentación, por esto te sugerimos aumentar la actividad física, mejorar la calidad del sueño y disminuir el estrés, para estar más protegido.

Considerar la calidad y cantidad es necesario

Existen nutrientes clave que pueden ayudarnos a mejorar el sistema inmune y nuestras defensas, siempre y cuando se consuman en la cantidad y calidad adecuada, prueba agregando los siguientes alimentos a tu dieta:

Vitamina E: Nueces, semillas, aguacate y aceites vegetales.

¿Cómo hacerlo?

Inclúyelos en tus ensaladas, combínalos con tus frutas favoritas, cambia tu aceite regular por uno vegetal, como el de oliva (recuerda usarlo en frío, no lo uses para cocinar) o ghee.

Vitamina D:

Pescados grasos, hígado de res, hongos, lácteos fortificados y aumenta tu exposición al sol.

¿Cómo hacerlo?

Toma al menos 15 minutos de exposición solar diaria, busca tus lácteos preferidos fortificados e incluye nuevas recetas con pescados grasos como sardina, trucha o salmón.

Vitamina A:

Huevo, pescados grasos, mantequilla, leche e hígado.

¿Cómo hacerlo? Agrega proteínas en cada tiempo de comida, sobre todo al iniciar tu día. No dejes atrás tus huevos revueltos por las mañanas y prueba un fish and chips en la comida.

Prueba algo nuevo y disfruta  unos muffins de huevo. Te damos la receta, fácil, práctica y saludable.

Zinc:

Carne de res, cordero, nueces, granos enteros, leguminosas y ostiones.

¿Cómo hacerlo?

¡Olvídate de comer siempre pollo! Prueba nuevas recetas como: ostiones a la Rockefeller o un cordero con romero y cabezas de ajo.  ¡Sigue disfrutando mientras te cuidas!

Recuerda: Muchos colores en los alimentos:

cuanto más profundo o intenso sea el color de la fruta o verdura, mayor será la cantidad de micronutrientes en ella, sobre todo podremos recibir la mayor fuente de betacarotenos, que ayudan a proteger las células del daño.

Llénate de fibra:

Elige alimentos con cáscara, ya que esta contiene fibra insoluble, beneficiosa para tener buena digestión y facilitar la absorción.

Los betacarotenos se encuentrán en frutas y verduras de color amarillo, naranja y rojo, se absorben en el cuerpo mejor junto con grasas, así que cuando los comas combínalos con una grasa, como aguacate, crema de cacahuate, nueces etc.

Cuida tu microbiota

La microbiota es un conjunto de bacterias buenas que viven en nuestro organismo y son fundamentales para aliviar los efectos de los microorganismos invasores, como virus y bacterias.

Para mantenerla saludable es necesario agregar en la dieta diaria alimentos ricos en probióticos como: yogurt, kéfir, jocoque, chucrut y productos fermentados.

No te olvides de los prebióticos, es decir, alimentos ricos en fibra, como: verduras, frutas y leguminosas, pues de estos se alimentan nuestras bacterias buenas en el organismo.

Aumenta la protección

La hierbas y tés como:

cúrcuma, té de manzanilla, té verde, perejil, canela, menta, orégano, albahaca y romero, son buena fuente de antioxidantes y otros compuestos que pueden tener un efecto benéfico sobre la enfermedad y ejercen un efecto antioxidante protector.

¿Cómo hacerlo?

Empieza a darle sabor a tus comidas con tus hierbas favoritas y bájale a tanta sal. Conoce nuestra receta de Leche dorada, que se prepara con cúrcuma y canela.

Te recomendamos tener en cuenta los siguientes tips, tengas virus o no tengas el virus.

• Hidratarnos con agua natural.
• Incrementar el consumo de alimentos frescos como verduras, frutas, granos integrales, leguminosas y semillas. 
• Disminuir el consumo de comidas rápidas y productos procesados.
• Aumentar el consumo de pescados, como la sardina, trucha y atún.
• Preferir lácteos fermentados como el jocoque, el yogurt y el kéfir (o leche de búlgaros).
• Moderar el consumo de alimentos de origen animal. 
• Evitar el consumo de bebidas azucaradas, como: refrescos, jugos, agua de sabor azucarada y bebidas deportivas.
• Seguir buenas prácticas de higiene en la manipulación y preparación de los alimentos.