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¿Te has preguntado alguna vez por qué algunos corredores logran mantenerse constantes, mientras otros abandonan la carrera a mitad de camino? ¿Te interesa saber cómo la motivación y la disciplina pueden influir en tu rendimiento como corredor?
En este artículo aprenderás:
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Lo primero que necesitamos tener claro es la diferencia principal entre motivación y disciplina:
La motivación es la fuerza interna que nos impulsa a actuar, nos brinda la energía y el entusiasmo necesarios para iniciar cualquier proyecto o actividad.
Nos impulsa a establecer metas y nos da el entusiasmo necesario para comenzar.
La disciplina es la estructura y constancia que nos permite mantenernos enfocados en nuestras metas, incluso cuando la motivación desaparece.
En esencia, la disciplina es el compromiso a largo plazo con nuestros objetivos, más allá de los “sube y bajas” emocionales.
Casi siempre, una vez que la motivación desaparece, la disciplina toma el relevo. Esto nos ayuda a mantenernos enfocados y evitar la tentación de abandonar.
El verdadero éxito radica en encontrar un equilibrio entre la motivación y la disciplina. Ambas cualidades son necesarias para alcanzar nuestras metas, y es importante saber cómo aprovechar al máximo sus beneficios.
La motivación nos da el impulso inicial para comenzar, nos brinda la inspiración y el entusiasmo necesarios para tomar acción. Sin embargo, la disciplina nos brinda la estructura, el orden y la constancia que necesitamos para mantenernos enfocados a lo largo del camino.
Por eso, necesitamos un poquito de ambas.
Si bien la motivación y la disciplina pueden parecer cualidades innatas en algunas personas, también es posible cultivarlas y fortalecerlas a lo largo del tiempo.
Aquí hay algunas estrategias para fomentar la motivación y la disciplina en tu vida diaria, especialmente aplicadas al running:
Establecer metas claras y realistas: Tener metas concretas, como completar una distancia específica o mejorar tu tiempo, te ayudará a mantenerte motivad@ y enfocad@.
Encontrar inspiración: Rodearte de personas motivadoras. Leer historias inspiradoras de otros corredores o participar en comunidades de running puede ayudarte a mantenerte motivado.
Desarrollar hábitos saludables: Mantener una rutina diaria, dormir lo suficiente, hacer ejercicio regularmente y alimentarte adecuadamente pueden aumentar tu energía y motivación.
Crear un sistema de recompensas: Establecer recompensas a corto plazo por cada logro alcanzado, como un nuevo equipo de running o una sesión de masaje.
Establecer un plan de acción: Tener un plan claro y detallado de entrenamiento te ayuda a mantener el enfoque y a prevenir la procrastinación.
La motivación y la disciplina son dos cualidades complementarias que se potencian mutuamente en la búsqueda del éxito. En el mundo del running, encontrar el equilibrio entre ambas es crucial para alcanzar tus objetivos y disfrutar del proceso.
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