Tu cesta esta vacío
¿Tienes una cuenta? Iniciar sesión para finalizar tus compras con mayor rapidez.
¿Tienes una cuenta? Iniciar sesión para finalizar tus compras con mayor rapidez.
El término hoy popular de “dieta keto” es la adaptación del término dieta cetogénica. El nombre hace referencia a un modelo de alimentación cuyo objetivo es crear cuerpos cetónicos en el organismo como respuesta a la falta de reservas de energía. Es decir, en este tipo de dieta se sustituyen los alimentos ricos en carbohidratos (cereales, legumbres y frutas) por alimentos ricos en grasas. El cuerpo fabrica cetonas, que ejercen un efecto antiinflamatorio, por lo que este tipo de dieta supervisada, se utiliza con fines terapéuticos frente al cáncer, epilepsia y otros trastornos de salud.
La mayor parte de la energía en la dieta cetogénica se obtiene de las grasas (más del 60%). El consumo de proteínas es moderado (20%); sin embargo, los carbohidratos se limitan a unos 20-50 gramos diarios (5%).
Los beneficios de la dieta cetogénica se relacionan con la entrada del metabolismo en estado de cetosis. Esto ocurre cuando el cuerpo necesita energía y la toma de las grasas en vez del azúcar de los carbohidratos.
Para convertir la grasa en fuente de energía, el hígado la transforma en cuerpos cetónicos. Este proceso recibe el nombre de cetosis.
Las células están preparadas para sustituir la glucosa por cuerpos cetónicos como fuente de energía. Todas las células pueden hacerlo, incluidas las neuronas, pues es un error la creencia de que el azúcar que necesita el cerebro puede conseguirse únicamente de los alimentos.
Las neuronas pueden conseguir hasta el 60% de la energía que necesitan de los cuerpos cetónicos y el 40% restante de la glucosa producida por el organismo a partir de los aminoácidos y otras moléculas (glucogénesis).
En cuanto se vuelve a consumir carbohidratos (son suficientes de 20 a 50 g diarios para que circule suficiente glucosa en sangre) la cetosis se detiene, pues las células prefieren la glucosa como fuente inmediata de energía y las grasas vuelven a su función de reserva.
Pero si no consumimos carbohidratos e ingerimos alimentos ricos en grasas, el estado de cetosis puede mantenerse en el tiempo. Los alimentos que no se pueden consumir son:
Cereales (en cualquier forma, tanto integrales como refinados)
Productos con azúcares añadidos
Legumbres, papas y otros tubérculos ricos en almidones
Frutas
Los defensores de la dieta cetogénica explican los beneficios de este tipo de alimentación, pero también existen algunos riesgos.
Pérdida de peso: al movilizarse las reservas de grasa, esta se reduce en el cuerpo. La pérdida de peso se produce cuando la ingesta de calorías es inferior a las que se gastan. La restricción calórica que permite perder peso, se ve favorecida por el hecho de que la cetosis reduce el apetito.
Salud cardiovascular: algunas personas mejoran a corto plazo los niveles de colesterol y triglicéridos. Sin embargo, este efecto beneficioso no se puede generalizar a todas las personas.
Diabetes tipo 2: mejora la sensibilidad a la insulina y varios factores de riesgo que llevan a la diabetes, como la obesidad y los niveles de glucosa altos en sangre.
Epilepsia y enfermedad de Parkinson: Algunos casos que no responden a los medicamentos, mejoran significativamente con una dieta cetogénica.
A corto plazo el estado de cetosis puede ir acompañado de ciertas molestias, como dolor de cabeza, cansancio, mal aliento (los cuerpos cetónicos tienen un olor característico), náuseas y estreñimiento, que se puede corregir consumiendo alimentos muy ricos en fibra y abundante agua. Los síntomas pueden durar días o semanas
Algunos estudios señalan que existe un riesgo aumentado de desarrollar cálculos (piedras) en los riñones.
La salud cardiovascular a largo plazo puede verse afectada por la deficiencia de nutrientes y compuestos beneficiosos que se encuentran en las legumbres y los cereales integrales. Algunas personas pueden responder con un incremento de los niveles de colesterol.
La dieta cetogénica reduce los niveles de hormona tiroidea T3. Por tanto, está contraindicada en las personas con hipotiroidismo.
Aumenta los niveles de cortisol, la hormona del estrés, que se asocia con procesos inflamatorios y reducción de la inmunidad. Para evitarlo, conviene acompañar la dieta cetogénica de un tiempo extra para el descanso, el sueño y la relajación.
Las personas que toman medicamentos para tratar la diabetes deben consultar con el médico antes de iniciar una dieta cetogénica, por lo que las dosis necesarias de los medicamentos se pueden reducir. En estos casos es imprescindible el control médico.
La dieta cetogénica está contraindicada en las personas con problemas renales, con una diabetes descontrolada, infecciones o trastornos alimentarios y en general, en las personas que toman medicamentos, a menos que se realice bajo control de un médico experto.
Todo lo que necesitas para construir una vida saludable
Mi compromiso es guiarte y apoyarte a lograr los objetivos que te propongas, de una manera real y sostenible
Estilos de alimentación que te ayudarán a lograr y mantener tu peso ideal