¿Sabías que correr también fortalece tus huesos?  

Cada paso impulsa una mejora en la densidad ósea, ayudando a mantenerte fuerte y resistente. 

Cada zancada genera microimpactos que estimulan la producción de tejido óseo, fortaleciendo y aumentando la densidad de tus huesos. 

Al correr, tu cuerpo recibe una serie de impactos que promueven la actividad metabólica ósea y estimula la producción de hormonas y enzimas clave para la formación del hueso como: la calcitonina, hormona paratiroidea y vitamina D, mejorando la absorción de calcio y,  por ende, la densidad ósea. 

Tu salud ósea mejora a partir de estos procesos: 

1. Estimulación del crecimiento óseo

Cada impacto al correr genera una carga mecánica que activa los osteoblastos, fomentando la formación de hueso nuevo. 

2. Incremento de la densidad ósea

El hueso responde al estrés mecánico, aumentando su densidad para adaptarse a las cargas, mediante dos mecanismos clave:

• wwHipertrofia ósea: Aumento en la densidad y fuerza mineral ósea para poder soportar las cargas mecánicas, adaptando al hueso a los diferentes impactos, haciéndolo más resistente. 

• Reorganización de la estructura ósea: Se generan cambios en la estructura interna del hueso para optimizar su resistencia.  

Otros beneficios para tus huesos

Un estudio publicado en Journal of Bone and Mineral Research, encontró que los corredores tienen una mayor densidad ósea en la columna y fémur, en comparación con aquellos que realizan cualquier otro tipo de ejercicio. 

Además, correr puede jugar un papel importante en la prevención de enfermedades o complicaciones óseas, como: 

• Prevención de osteoporosis: 

Esta enfermedad se puede presentar a cualquier edad y es caracterizada por la disminución de la densidad ósea y aumento de la fragilidad. Puede ser mitigada con el impacto regular de correr, que fortalece nuestros huesos y reduce el riesgo de fracturas. 

• Mantener la salud articular:

Correr fortalece los músculos y ligamentos alrededor de las articulaciones, lo que mejora la estabilidad y reduce el riesgo de lesiones articulares. 

Así que, la próxima vez que salgas a correr, no solo estarás avanzando hacía tus objetivos personales, sino que también estarás invirtiendo en un futuro más fuerte y saludable para tus huesos.