El running no es solo un deporte, es una forma de vida que ha transformado vidas y comunidades. Por eso, Libera Tu Salud te comparte 3 historias inspiradoras de corredores que han dejado huella en la historia y que continúan motivando a miles de personas alrededor del mundo.

Llénate de pasión por el deporte con estas historias… 

1. La Cultura Rarámuri: Superhumanas de la Sierra Tarahumara

En lo más recóndito de la Sierra Tarahumara, en el estado de Chihuahua, México, reside la cultura rarámuri, una comunidad conocida por su habilidad para correr largas distancias. 

Los Rarámuris, también llamados Tarahumaras, poseen una resistencia extraordinaria, recorriendo terrenos escarpados y caminos difíciles con una facilidad envidiable.

Recientemente, seis mujeres Rarámuris – Yulisa Fuentes, Isidora Rodríguez, Lucía Nava, Argelia Orpinel, Rosa Ángela y Verónica Palma – participaron en The Speed Project, una carrera de 550 kilómetros que va de Los Ángeles a Las Vegas. 

Estas guerreras mexicanas corrieron día y noche, superando adversidades climáticas y demostrando una resistencia impresionante. Con sus huaraches y ropa tradicional, se convirtieron en embajadoras de su comunidad y lograron un notable tercer lugar en la competencia.

Otra Rarámuri destacada es Lorena Ramírez, protagonista del documental de Netflix "Lorena, la de pies descalzos". Lorena ha participado en numerosas carreras de ultrafondo en diferentes países, siempre corriendo con su vestimenta tradicional y huaraches hechos a mano. 

Su historia ha inspirado a corredores de todo el mundo, mostrando que la pasión y la determinación no conocen barreras.

2. Ingrid Kristiansen: La Reina del Maratón

Nacida el 21 de marzo de 1956 en Trondheim, Noruega, Ingrid Kristiansen es una de las atletas más destacadas en la historia del running. Desde temprana edad, Ingrid mostró su talento en el atletismo, ganando su primer título europeo de cross-country a los 18 años. A lo largo de su carrera, Ingrid estableció varios récords mundiales, incluyendo los 5000 y 10,000 metros, así como el maratón.

Ingrid alcanzó la cima de su carrera en 1985, cuando estableció el récord mundial de maratón en Londres con un tiempo de 2h21:06, un récord que se mantuvo por casi trece años. Además, ganó prestigiosos maratones como Boston, Chicago y Nueva York, consolidándose como una leyenda del running.

A pesar de las decepciones olímpicas, Ingrid siempre mostró una resiliencia y determinación admirables. Tras retirarse, se dedicó a su familia, pero su legado en el running continúa inspirando a nuevas generaciones de corredores.

3. Jaouad Gharib: El Héroe Marroquí del Maratón

Jaouad Gharib, nacido el 22 de mayo de 1972 en Khenifra, Marruecos, es un atleta que encontró su vocación en el running en sus 20’s, después de ver el Maratón de Marrakech en televisión. Jaouad rápidamente demostró su talento, ganando competencias nacionales y finalmente destacándose en la escena internacional.

En 2003, Jaouad ganó su primer Campeonato Mundial de Maratón en París con un tiempo de 2:08:31, y repitió su éxito en el Mundial de 2005 en Helsinki. 

Su mayor logro llegó en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, con 36 años de edad, obtuvo la medalla de plata en el maratón, consolidándose como uno de los grandes del running.

Demostrando que a pesar de su edad aún tenía mucho para dar, Garib continuó mejorando. En el Maratón de Londres 2009, a sus 37 años, hizo su mejor marca personal (2h05m27s), y en la misma temporada fue tercero en el Maratón de New York con un crono de 2:10:25. En la temporada 2010 repitió el bronce en Londres, esta vez con una marca de 2:06:55, y ganó el maratón de Fukuoka (Japón) con 2:08:24. En 2013, con 41 años puso fin a su carrera deportiva con el tercer puesto en el maratón Orlen Warsaw, en Polonia, con una marca de 2:10:11.

¿Se te puso la piel chinita? 

Estas historias son solo algunos ejemplos de cómo el running puede transformar vidas. Estos corredores no solo han alcanzado logros impresionantes, sino que también han inspirado a millones de personas alrededor del mundo a superar sus propios límites.

El running es mucho más que un deporte; es una fuente de inspiración, un catalizador de cambio y un testimonio del increíble potencial del espíritu humano.